La historia de una luchadora.

Hoy, como todos los días, la señora María Córdoba, ama de casa y luchadora desde los 17 años, alista su carreta para salir a trabajar. Ella vende tortilla de verde con queso o carne, acompañada de una rica salsa y maní, los estudiantes dicen que vende las mejores tortillas de los alrededores de la facultad.

Las tortillas de carne son las más pedidas resulta ser que esa es la primera que su mamá le enseñó a cocinar y desde aquel momento no para, se levanta todos los días a las cinco de la mañana para poder llegar a los exteriores de la FACSO lugar donde trabaja y vende sus tortillas. Desde muy pequeña le gustó la cocina, pero nunca tuvo el tiempo ni el dinero para aprender, hasta que a sus diecisiete años su mamá decidió enseñarle a realizar tortillas de verde. Su mamá la felicitó y le dijo que había hecho mejores las tortillas que ella, desde ese momento ella sabía que le iba a ir bien.

Un día de la nada se le prendió el foco de querer vender tortillas fuera de la facultad, pensó que no le iba a resultar, pero al transcurrir el tiempo se daba cuenta que más clientes llegaban, ahora es muy conocida que incluso personas vienen en carro solo para degustar de sus deliciosas tortillas, se siente muy feliz por lo que ha logrado, aunque ya ha tenido problemas con los municipales y la han denunciado pero ella lo toma de la mejor manera porque sabe que es competencia y que debe buscar alguna manera de subsistir.

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